jueves, 9 de julio de 2009

"Assassin's Creed"


Asesinar es, en cierto modo, hacer historia

El maravilloso día en el que me compré el Play Station 3 fue también, quizás, uno de esos días en los que todas mis elecciones fueron acertadas. Había visto, vía Internet, un avance de un juego con una temática interesante, gráficos espectaculares, y además completamente diferente a todos los juegos que había jugado con anterioridad. Ese juego se llamaba “Assassin’s Creed” (traducido al español como “El credo de los asesinos”)… el singular nombre ya llamaba poderosamente mi atención y no dudé en hacerlo mío como mi primer juego para la mencionada consola de Sony.

Al jugarlo me convencí de que no hubo error, no me equivoqué y eso es algo digno de celebrarse. “Assassin’s Creed” es uno de los mejores juegos de los últimos tiempos. Goza de una complejidad genial y además da lugar a más de una secuela a la que, de seguro, estaré más que atento. Aquí los que, para un servidor, son sus aspectos más impactantes:

Historia

Desde este punto ya podemos comenzar a ver qué tan complejo puede ser este gran videojuego; existen dos historias paralelas, una en el 2012, y otra en 1191 d.C., específicamente en épocas de la Tercera Cruzada del Rey Ricardo I de Inglaterra. Empecemos por el futuro: Desmond Miles es un barman (y ex-matón) que fue extrañamente secuestrado y encerrado en una suerte de campo de concentración con pinta de laboratorio científico llamado “Abstergo”. En aquel lugar el doctor Warren Vidic y su asistente Lucy Stillman, inician investigaciones sobre Miles utilizando un sofisticado aparato llamado “Animus”. El “Animus” es una especie de camilla – cápsula en la cual el investigado se recuesta, accediendo a sensores que analizan su ADN hasta llegar a conocer el de sus antepasados. De esa forma, mediante el “Animus”, los científicos pueden llegar a conocer la identidad de Miles en épocas medievales, con la finalidad de extraer información que les ayudaría en sus misteriosos planes.

Esto conlleva a conocer a Altaïr, ya en la historia de 1191 d.C: Como ustedes sabrán, en aquellos tiempos se vivían crisis internas bastante fuertes tanto en territorios sarracenos como en las monarquías europeas, dando paso a una temible paz armada. Es entonces cuando conocemos al real protagonista de la Historia, Altaïr Ibn La-Ahad. Altaïr es un talentoso asesino que pertenece a un bien organizado Credo de Asesinos liderado por el longevo y misterioso Al Mualim. Se desconoce la razón por la que se creó este credo y quién fue el responsable de dicha creación, pero sí se llega a saber la justificación: la existencia de personas que atentan contra la paz, las cuales deben de ser eliminadas; en otras palabras, “la muerte de uno por el bien común”. Es entonces cuando comienza la historia.

Altaïr es enviado por Al Mualim a diversas ciudades del medio oriente (Jerusalén, Acre, Damasco, etc.) donde residen regidores y alcaldes cuyos planes bélicos el credo no perdonaba. Según este misterioso Maestro, ellos planeaban crear una resistencia contra el Rey Ricardo I a base de robar alimentos, secuestrar esclavos, y asesinar a gente inservible para la guerra, por lo que la misión de Altaïr sería eliminar a esos personajes (existentes en la historia, dicho sea de paso) logrando que la paz continúe en Tierra Santa. Sin embargo, con el pasar de la historia, asesinato tras asesinato, Altaïr va descubriendo que, en realidad, aquellas personas no hacían dichas “atrocidades” sólo por abuso de poder, sino más bien por una cuestión de salvación, ya que Ricardo I planeaba apoderarse de Tierra Santa y tratar de esclavos a todos los que en aquel inefable momento estarían bajo su jurisdicción. Cada asesinado tiene un pequeño testimonio que relatar, y poco a poco Altaïr se vuelve un mar de dudas que lo harían llegar a una terrible conclusión: estaba matando a la gente equivocada, o quizás, al menos, a gente que en el fondo tenia sus mismos ideales aunque diferentes métodos: Los Templarios.


Para el video-jugador

“Assassin’s Creed” es un juego de momentos. Tiene momentos de acción, momentos de tranquilidad, momentos de sigilo, de ingenio, y de mucha adrenalina. La movilidad del personaje es uno de sus puntos más fuertes; Ubisoft, fiel a su estilo, creó un juego con personajes de movimientos ágiles y felinos; Altaïr puede realizar maniobras evasivas y ofensivas con una rapidez y realismo geniales. Asimismo, el asesino cuenta con varias armas a su disposición, entre las que encontramos espadas, hojas ocultas, navajas de combate y navajas para lanzar. Además puede pelear con los puños si es que así lo desea el video-jugador (en algunas partes del juego será mejor luchar a puño limpio). Por si esto fuera poco, posee movimientos de camuflaje, haciéndose pasar por un monje que va rezando, sentándose en alguna banca aledaña para no levantar sospechas, o simplemente agachándose para no ser descubierto.

La inteligencia artificial del juego es otro punto bastante fuerte, los enemigos no serán los típicos soldaditos sin cerebro a los que estamos tan mal acostumbrados; ellos variarán sus niveles conforme el juego vaya avanzando, pero siempre tendrán una que otra sorpresa para darte. Gráficamente “Assassin’s Creed” es realmente bien dotado, cuenta con obras artísticas hechas video-juego, realizaciones de parajes increíblemente realistas, personajes con expresiones y voces creíbles, y además recreaciones de lugares existentes en la otrora Tierra Santa, como Acre, Jerusalén, y otros, con una gran fidelidad, lo que nos hace imaginar más fácilmente cómo habría sido el medio oriente europeo en ese entonces. La banda sonora es bastante buena, aunque creo que fue quizás lo único que quedó corto, quizás pudieron darle una llamadita a Nobuo Uematsu y ver qué pasaba.


En resumen

Un juego más que recomendable, infaltable. Una obra maestra más de la Ubisoft, con la cual se vuelve a colocar entre las primeras industrias dedicadas a la elaboración de videojuegos. “Assassin’s Creed” te hará disfrutar cada segundo, y si eres amante de la historia de seguro de creará más de una duda que a toda lectura tratarás de resolver. Este juego está actualmente disponible para PS3 y para X-Box 360. Créanme, el esfuerzo vale la pena.

Un abrazo asesino.

domingo, 7 de junio de 2009

La vida es bella

"Prince of Persia"

Desde sus inicios en el año 1989, “Prince of Persia” no ha dejado de cautivar a los seguidores de un, entonces, nuevo estilo de juego. No se trataba sólo de intentar desesperadamente de huir de horribles calabozos, ni de salvar a hermosas princesas, ni de desafiar a malvados visires; era, mas bien, una cuestión de ingenio, de frialdad, de inteligencia, y sobre todo mucha paciencia.

La primera vez que jugué una de sus entregas (específicamente la primera para Súper Nintendo) me sentí atraído y a la vez repelido; era simplemente distinto: la poca utilización de color, el poco énfasis a las expresiones del personaje, y la evidente monotonía del sistema del juego me hicieron pensar dos veces antes de decir “sí, me gusta”. Sin embargo conforme fui pasando las etapas me enredé con la historia y sus embates, y de pronto me vi convertido en una suerte de príncipe interino, luchando contra los soldados del visir y hasta me dolían los golpes que el protagonista recibía, así como las horribles muertes que experimentaba. La seriedad del juego me terminó enamorando, y fue así como me hice seguidor incondicional de la saga del gran Jordan Mechner.

Historia Clásica:

La historia de “Prince of Persia” se remonta al medio oriente antiguo, entonces tierras de poderosos reyes guiados por estrafalarios magos y visires, y protegidos por fastuosos ejércitos empeñados en obtener nuevas tierras. En ese contexto un príncipe noble no es más que un estorbo, una oveja blanca dentro de un gigantesco rebaño negro; por ello es que el “príncipe” (nunca ha tenido un nombre fijo) se dedica íntegramente a vivir la vida bella y alegre, bebiendo ricos tragos, obteniendo mucho oro, y conquistando hermosas mujeres. Pero es cuando conoce a la princesa de un reino aledaño cuando el príncipe decide finalmente dejar su vida bohemia para sentar cabeza y empezar una vida apacible y familiar. Sin embargo los reyes de aquel entonces no eran cosa sencilla, y menos cuando se trataba de un pretendiente militarmente inservible que pocos beneficios traería a sus tierras. Es por ello que el príncipe de Persia fue víctima de la negación de un poderoso rey, el cual, bajo la influencia de un malvado visir, manda al príncipe a lo profundo de su castillo, donde las mazmorras, tras un largo sufrimiento, tendrían que ponerle un triste final a su vida. Es así como se inicia la historia de “Prince of Persia”, la lucha de un hombre que, además de sobrevivir, quiere vivir su vida con amor.



Historia alterna:

A lo largo de la saga los creadores y diseñadores fueron cambiando, si bien es cierto el dueño de la franquicia es el estadounidense Jordan Mechner, Ubisoft de Canadá ha empleado diversos productores y jóvenes creadores para darle toques distintos a las nuevas entregas que aparecieron para la consolas PS 2 y PS 3. Para PS 2 se dieron 3 entregas, cada una más emocionante y mejor realizada que la otra: la primera, “Prince of Persia: Sands of Time”, donde aparece el famoso príncipe en una faceta mucho más guerrera que bohemia, unido al ejército de su padre y con enormes ambiciones de poder. En su aventura conocería a la hermosa Farah, y junto a ella buscarían las arenas del tiempo, las cuales permitirían salvar a su reino del malvado visir que las posee. La segunda entrega; “Prince of Persia: Warrior Within” es la más oscura y frívola de todas, pero no por ello la menos buena (a decir verdad, es mi favorita de las de PS 2), en esta entrega se ve a un príncipe mucho más serio y avocado a sus intenciones de poder; por momentos parecemos estar controlando al malo de la película, ya que sus actitudes son por demás violentas y malintencionadas; el juego es un constante reto del príncipe a desafiar el destino que le ha tocado enfrentar, ya que la profecía anuncia su muerte, pero él se niega a morir y termina logrando cambiar su destino. “Prince of Persia: The Two Thrones”, combina lo mejor de las primeras dos entregas de PS 2, el príncipe puede cambiar su personalidad habitual por la oscura, se vuelve un asesino sigiloso, y además enfrenta enemigos y peligros nunca antes vistos; el juego termina quedando corto, pero no deja de ser interesante y entretenido. En “Prince of Persia” (nada más, salió sin subtítulo) para PS 3 la realización y contenido del juego son realmente soberbios; podemos ver a un príncipe totalmente aventurero, desaliñado y completamente desinhibido. Y además el juego rompe con todo paradigma establecido en entregas anteriores al presentar a la bellísima Elika, compañera del príncipe en prácticamente toda la historia y que además puedes controlar para ejecutar acrobáticas maniobras.

Sistema de juego:

En las primeras entregas, es decir, las versiones para PC y para Súper Nintendo, el juego mantiene un sistema simple: se controla al príncipe con velocidad variable y saltos acrobáticos, la pantalla se ve de manera trasversal, como si estuviésemos dentro de una cámara de seguridad (obvio que no existían en esa época). La idea es salir de las trabas que el visir reservó para el afamado príncipe; enfrentando a sus soldados y a otras bellas criaturitas que andan por ahí cuidando las espaldas de su amo. Finalmente el juego termina cuando se rescata a la bella princesa derrotando para siempre al malvado mago que la había secuestrado… listo, fin, fueron felices y comieron perdices. Sin embargo para la PS 2, y posteriormente para el PS 3 el formato del juego evolucionó considerablemente. Se puso énfasis a las expresiones de los personajes y a sus acrobacias. La inteligencia artificial dio un vuelco de 180°, y además se fueron descubriendo aspectos que antes simplemente no se notaban, como por ejemplo los sentimientos encontrados del príncipe y de sus enemigos, así también como de sus aliados y todo eso plasmado en las batallas. La imagen totalmente tridimensional nos hace sentir como si estuviésemos al lado del guerrero casi sintiendo los golpes que recibe o los que da. Además de todo esto se implementó una serie de combos que enriquecen la adrenalina del videojugador.



En resumen:

“Prince of Persia” es una franquicia que hasta el momento no ha decepcionado en ninguna de sus entregas, por lo que todas son recomendables. Aunque por cuestiones de gusto personal recomiendo nítidamente “Prince of Persia I” para Súper Nintendo, y “Prince of Persia: Warrior Within”, para PS 2. Ambos muy distintos, pero igual de apasionantes. Prometo más detalles para un próximo post.
Un abrazo.